Diez mil años después, el cavernario despierta. Los descendientes de aquellos con los que vivió son iguales a los ancestros (en realidad son los mismos, pero no lo saben). Al final, Jade recupera la memoria kármica, se ve enmedio de la explosion del volcán, entre dinosauros extinguiéndose; rechaza a Tracatán (en su nueva versión, Dr. Heinrich Wolf), justo antes de consumar el matrimonio, y vuelve con Triquitrán. El dios del fuego se calma y deja de menear a la tierra. Primer beso. Fin
Suena bien esa memoria cósmica... ¿Hay alguien de quien me enamoré hace miles de años que volverá?
Ahorita debemos estar los de todas las épocas despiertos, si no cómo hay tanto guey?
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