lunes, 25 de abril de 2005

Silencio de los mayores medios y estulticia del señor presidente que, como cada vez que pasa algo relacionado con López Obrador, pretende estar en Roma y dice "Ay, qué bonito sermón el del Papa". Mientras el nytimes, la bbc, y otros medios internacionales sí le dan atención a la marcha de ayer, aunque detrás del Papa y Ecuador. Extrañamente, clarín no dice nada (yo que lo tenía por buena fuente para ver desde fuera), mientras La Nación dice ni tú ni yo y anuncia 600,000 marchantes. Que fueron más, pero con eso de que la cifra oficial para la federación es de 120,000, se quisieron ver prudentes. El millón 200,000 que dice el GDF es exageración pa'rriba, pero más cercana a la realidad. Yo llegué al Zócalo, bueno, a una cuadra dél, cuando López Obrador decía ¡muchas gracias!. Fué el único cacho del discurso que alcanzamos, y luego una ovacionsota que contrastó en serio con el silencio que a ratos era grande, aunque en realidad fueron pocos los guardianes de la solemnidad que callaban hasta a los vendedores de aguas. Eso sí, nada de gritar consignas ni mentadas, pero la gente platicaba, y le aplaudía a los que iban en silla de ruedas y al Benito Juárez acá hay fotos (por cierto, hay escáner nuevo y estoy contento, pronto fotos propias). Algún que otro diputaducho o candidato a serlo oportunista que llevaba su foto (había una que parecía sacada de "La muerte le sienta bien", re tiesa y re maquillada, cruzada con Team America).

Lo mejor, sin embargo, fue un ¡salud! que se generó de la nada y que de pronto estaban gritando todos los clientes de La Opera. Por lo inesperado, espontáneo y que todos sabían de qué se trataba, nadie no brindó, incluso los meseros con su trago detrás de la barra le entraron. Justo de éso se trata, mientras menos partido y más gente, mejor.

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