martes, 14 de junio de 2005

Atar la cuarta vocal

chale*, un tal 26 me deja como Fernández de Cevallos, yo con un solemnérrimo funeral, y resulta que no estaba muerto, andaba de parranda. A ver a quién le vuelvo a creer que se retira. ¿No se da cuenta del daño que hace a la credibilidad de los que se dan por muertos? Bueno, hay otros que le hacen más.

*chale viene a ser algo así como joder, que es lo más cercano al galego que lo puedo traducir.

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