Soñé —acabo de despertar y un hilito de niebla sigue pegado a mis cejas— con un post mío aquí que en cinco palabras resumía mi vida y mi muerte. Las palabras se me fueron (como debe de ser con esos conocimientos), pero mientras iba despertando me dí cuenta de que no tenía sentido, sobre todo porque lo ilustraba con una fotografía imposible. De la que sí me acuerdo, pero no puedo describir. Con todo, y aun con restos de los huevos que acabo de desayunar entre los dientes, tuve que venir a comprobnar que no había nada escrito desde el top 20 de ayer.
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