viernes, 6 de junio de 2008

Exotismo

Algo de lo que estoy seguro desde hace mucho tiempo (iba a decir "algo que pienso desde hace mucho", pero luego me dí cuenta de que no, lo pensé una vez, quizá durante unos días, y luego decidí que era cierto), es que Europa, vista desde acá, es tan exótica o más como aquí visto desde allá. Para cada quien su realidad es normal, claro. Uno que es de allá, se maravilla de que acá se coman chapulines, y ve las pirámides prehispánicas con azoro. Yo tengo una pirámide a menos de cinco kilómetros y nunca la veo, aunque cada vez que voy hacia la universidad paso al lado. Cuando más me acerco, es para ir al cine. (Dicho sea de paso, creo que uno de los problemas de la *auto*percepción de lo mexicano, es que nos exotizamos a nosotros mismos, y vamos y nos vestimos de blanco en el solsticio, y llenamos la pirámide de Cuicuilco, y las otras, de gente vestida de blanco, cuando eso es algo que haría un gringo, o un europeo, para quien las pirámides no son una cosa normal sino que tienen una energía mística (y milenaria, lo que sea que eso implique), y ya que estamos diciendo cosas de paso, la gran bronca del Labrinto de la soledad es que Octavio Paz ve a los pachucos y a las mentadas de madre como un francés viendo pachucos y mentadas de madre, y saca a relucir a la Malinche que no viene a cuento, lo cual viene muy bien para crear visiones poéticas, pero no para ninguna acción concreta, porque si somos una cosa tan endiabladamente rara, ¿cómo se puede alguien comunicar con nosotros?. Pero va siendo hora de cerrar el paréntesis, porque ya estoy hablando de otra cosa, y volver el río a su cauce). Estaba en que yo no veo las pirámides, yo voy a la facultad y de4 casualidad tengo una pirámide al lado, en un momento del camino. No pienso en energías místicas, ni en civilizaciones perdidas. Pienso en no llegar tarde a entregar el trabajo final. Ahora bien, Europa: Europa está llena de castillos y monasterios, Europa tiene bosques y selvas negras. Tiene Hamelin. Tiene Sherwood. Hasta tiene algún lugar de La Mancha (en realidad, tiene varios lugares de La Mancha). ¡Tiene el castillo de If! Y fuera de los cuentos, tiene Atenas, y tiene Roma, y Córdoba, y el cerro donde Boabdil lloró como mujer, y si te vas más al norte habrá un Maelstrom y etcétera. Montones de lugares donde pasaron cosas que a nosotros nos contaron, de niños o después. Lugares que para nosotros tienen un cierto gusto a cuento de hadas (hasta la noción misma, acá no hay hadas). En un claustro de Salamanca había un brujo, en una pequeña aldea de la Galia, un druida preparaba una poción que daba fuerza sobrehumana para resistir la dominación romana, en el peñón de allá encadenaron a Prometeo. Y del mismo modo que yo no veo las pirámides, un salamanqués, un nottinghamense, un hameliniano (o como se digan los tres), un normando, un marsellés o un manchego que no sea queso, no ven esos lugares como los veo yo, los ven como sus casas, como espacios donde transcurre la vida diaria, sin enterarse de que alimentan la imaginación de miles de personas —que los imaginamos, sin duda, distintos de como son—.

Ahora ¿todo ésto por qué? ¿a dónde nos lleva tu perorata? y tienen razón (si es que —ojalá—, esta entrada alcanza el número de lectores suficiente para que me refiera a ellos en plural). Pasa que, a través de Juegos de Ingenio me encontré con una maravilla:un mapa de los lugares por los que pasó Sherlock Holmes, en Google Earth o Google Maps, sobrepuesto a las imágenes de satélite. Cada punto tiene la cita del texto en donde sale, y no sé si son todos (yo creería que no), pero son muchísimos. Y al mismo tiempo que miraba los distintos lugares pensando "por aquí pasó Sherlock Holmes", los miraba pensando "pero si ésta esquina es totalmente pedestre, es una esquina cualquiera". Como el centro comercial de junto a la pirámide.

Alguien (se llama Laura), en Juegos de Ingenio, comentó que le gustaría ver un recorrido de Google Earth o Maps basado en ficción argentina (el sitio es argentino, y supongo que ella también). Estaría bueno que a alguno se le ocurriera hacerlo con ficción mexicana, pero espero que no sea un recorrido por Comala, porque no es esa.

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