sábado, 2 de agosto de 2003



El laberinto es entre otras cosas un símbolo del camino del hombre hacia la divinidad. Éste, en la catedral de Chartres, era recorrido por peregrinos como un método de acercarse a Dios (también servía de sustituto de una caminata a Jerusalén, que güevones ¿no?). O se recorría de rodillas en penitencia. En fin, el diseño me gusta mucho.

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