miércoles, 15 de octubre de 2003

Apartado primero: Mario encontró un número mas bajo: 13525210

Apartado segundo:

- Dígovos - dixo ella - que ha nombre don Galaor y es fijo del rey de Gaula.

Agrajes se estremeció todo y dixo:

- ¡Ay, donzella, cómo dezís las nuevas del mundo que más alegre me fazen en saber de aquel cormano que más por muerto que por bivo tenía!

Entonces contó a don Galvanes lo que sabía de Galaor, cómo lo tomara el gigante y que fasta allí no supiera dél ningunas nuevas.

-Cierto-dixo Galvanes-, la vida dél y la de su hermano Amadís no ha seído sino maravilla y el comienço de sus armas, tanto que dudo si en el mundo otros que a ellos igualen se pudiessen fallar.


En esos tiempos, si que eran chingones (y bastante melosos también)

Y viéndolas seer aderredor de un fuego fablando con mucho plazer en el remedio del peligro passado, conosció entre ellas aquella fermosa infanta Olinda, su señora, hija del rey de Nueruega. Porque él, assí en el reino de su padre como en el suyo della y en otras partes, muchas cosas en armas avía fecho, aquella que su coraçón seyendo libre con tanta fuerça cativado y sojuzgado tenía, que atormentado de grandes congoxas y cuidados muchas de sus fuerças quebradas eran, atrayendo a sus ojos infinitas lágrimas. Pues alterado con tal vista, ocurriéndole en la memoria en el gran peligro que la viera y la parte donde sin ella veía, como fuera de sentido, dixo:
-¡Ay, Santa María, valme, que ésta es la señora de mi coraçón!


del Amadís de Gaula, de Garci-Rodríguez de Montalvo


Tercer Apartado:

Me tocó ser el patán ésta vez. Y evidentemente, no me arrepiento (si no ¿que clase de patán sería?). Creo que a ella tampoco le molestó mucho.

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