jueves, 12 de febrero de 2004

Desahogo

¿A poco no dan ganas de decirle a la tal Liliana: "señorita Felipe, en serio, usted no canta tan bien como para dárselas de diva"?

Si por un lío de faldas ha resultado medianamente encumbrada no me parece mal, al fin y al cabo cada quien se rasca con sus uñas... pero pies en la tierra por favor.

recuerdo una vez (verbigracia, aquellas protestas en las que la gente gritaba "no a la guerra, sí a la paz" -bastante cursi, si se me permite- y en las que el PRD buscaba politizar una situación que era -debía ser- esencialmente apolítica, o apartidista, y sólo logró apartar a los pacifistas de distinta ideología... pero ése es otro tema aunque parecido) después del paréntesis anterior nos podemos saltar un poco la sintaxis o la coherencia y seguir de éste modo la frase con la que empezaba el párrafo. Total, que en el podio (¿cómo diablos se llama aquello donde se paran los oradores?) estaban Carlos Montemayor, Rigoberta Menchú y Jesusa Rodríguez (si ud. puso cara de what querido lector, estamos en las mismas) vestida de Moctezuma Xocoyotzin posmoder-pop, es decir, en un traje sacado de libro de texto infantil, o robado a un conchero, de plástico verde mayate con joyas de fantasía multicolores y gritando "Bush, chinga tu padre". Fuera de la hilaridad momentánea, que por supuesto logró (pero no estaba en El hábito) no era ni el lugar ni el momento. Si éso es la inteligencia mexicana, éstamos jodidos. Si los del podio (sigo sin acordarme del nombre) no son más que cuentachistes ¿a dónde vamos a llegar? ¡Qué trivialidad evocar al padre de Bush, es decir a Bush, que tambien se llama así,...! ¿No tiene nada más que decir? Y luego decía generalizando y cayendo en el lugar tan común algo así como pinches gringos son una bola de putos perfectamente adecuado para una charla de café, pero no me chinguen, no para ser el discurso representativo de la gente que estuvo (imos) allí. No en nuestro nombre gritaban algunos (copiando el modelo, por cierto de las protestas estadounidenses)... en el nombre de los mexicanos no ha caído una bomba desde la revolución aquella que cuentan los abuelos. Del mismo modo que el pueblo llano iraquí no merecía el desmadre que le tocó sólo por el líder que tenía, el pueblo llano estadounidense no se merece una mentada de madres sólo por el que tienen ellos... a fin de cuentas, es sólo una cuestión de grado.

Si la tal inteligencia no tiene una visión más profunda, si nos seguimos con las planidades de pensamiento, éste país nunca va a cambiar. Me recuerda éste asunto a una maestra mía que dijo hace unas horas, hablando de marxismo, que el sistema educativo y de salud del país no es un logro social (por pequeño que sea) sino una especie de conspiración del gran capital para mantener vivos y poco capacitaos a los obreros, para ellos seguir hinchándose de dinero sin tener que mantenerlos ellos... (¡por favor!)

N del A: Todo ésto surgió de escuchar una canción de la Felipe en la radio, de amor con sabor a merengue.

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