miércoles, 7 de abril de 2004

Aguas

Hoy es un día de aguas, que no aguado. Lo primero de lo que me enteré fue que un charco invadía y crecía bajo mi cama. Lo sugundo fue ¡Levanta todo lo eléctrico! (Resulta que todo está por los suelos) Así que estéreo, guitarra, ampli y cables tomaron mi lugar (les dejé las sábanas calientes para que no se acostumbraran) Luego todo el papel. Luego... ¡Mierda, la ropa! resultó que la chamarra y los pantalones de ayer ya formaban una pequeña isla, que al parecer detuvo bastante el avance de las aguas. La cartera estaba empapada, los cigarros ídemes, y los cerillos inutilizados. Así que nada de fumar después de desayunar ni vicios por el estilo. Pasado el coraje y desconcierto por la repentina despertada (y drenado el cuarto) tomé el periódico y vi que big fish estaba a las 12:30. Queda un buen rato, así que me baño, pongo el radio. Y me entero: son las 12:05. Pinche horario nuevo (con eso de las vacaciones no me había tomado la molestia de adelantar el reloj) Así que me voy en chinga al cinema. Tardaron 20 minutos en empezar a proyectar los cortos y los anuncios cada vez peores de coca cola y liverpool, y el de la tarjetita ultrachévere que te dan gratis si haces no se qué que qué sé yo en el módulo de atención al cliente que encontrarás afuera de la sala (por cierto, luego te sacan por otro lado, y del mentado módulo no te vuelves a enterar hasta que estás dentro de otra sala, en otro filme, y te vuelven a pasar ese anuncio. Muy muy buena la película —ya sabrán—. Y llegué a mi casa. Ya habían comido, pero me habían dejado un poco de... ceviche (he vistoque lo escriben también sebiche, pero a mí me sabe mejor con c, v, y salsa). Luego no ha pasado mayor cosa, pero siento que el destino a) me está dando una compensación por no haberme llevado a la playa, o b) se está burlando, el muy cabrón. Creo que es más bien cosa de como lo tome (derecho, por favor).

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