Bill Clinton reconocía haber fumado porros, pero sin tragarse el humo. No quería admitir que había mantenido relaciones sexuales con su becaria porque insistía en que se había circunscrito a las mamadas. Supongo entonces que se limitaría a olisquear el vino tinto en la copa y a pincharse los dedos con las rosas. Yo no sé qué presidente es más tonto, la verdad.
Y sea ésta la tercera pista del circo. Es decir, que al siguiente post cambio de tema... quizás
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