lunes, 13 de junio de 2005

Bob Geldof, el actor que hizo a Pink en The Wall, resulta que es músico y es sir. Además resulta que es filántropo, y al más puro estilo de Bono y Michael Jackson aliviana su conciencia pidiendo caridad del G8 hacia los países pobres y va y organiza un concierto de protesta durante la próxima reunión, seguramente patrocinado por alguna enorme marca que así descuenta impuestos (AOL), con venta de camisetas con leyendas "Edimburgh love concert 2005", de las cuales no habrá versiones piratas afuera del evento, porque es primer mundo. Sin poner en duda sus buenas intenciones, no va a servir de nada. Y no hablaría de ello si no fuera porque Geldof logró algo mucho más meritorio, que cumple parcialmente con uno de los mitos de mi prepa, de los cuales ninguno se ha vuelto realidad. Uno de ellos era que se iba la directora, y la vieja sigue ahí. Otro, no menos importante, era que Pink Floyd iba a tocar en Teotihuacan (quién sabe de dónde salió el rumor, pero se repetía cada diciembre, porque el detalle era que iba a ser en año nuevo). No va a ser en año nuevo, ni en Teotihuacan, pero Pink Floyd va a tocar, Roger Waters inclusive.

¡Vivan las buenas causas!

pd. ¿quién me invita a Edimburgo Londres, que diga?

link, bbc news
link, página del show
pospd: lo que está en negritas es agregado de hoy

1 comentario:

homero dijo...

Esa sí que es una noticia!
Acá en Chile la leyenda urbana es que Pink Floyd quería hacer un recital en el Valle de la Luna, en el desierto de Atacama. Hubiera estado bueno.
Bien por Geldoff en todo caso...